Dr. Mauricio González: "Las conexiones sociales disminuyen el riesgo de muerte prematura tanto como no fumar"

Pasar tiempo con tus seres queridos puede salvarte la vida. El doctor Mauricio González explica por qué la calidad de nuestras relaciones es tan importante como el cuidado físico.

Paula Martínez

Redactora especializada en bienestar y nutrición

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mauriciogonzalez
@dr.mauriciogonzalez

A veces buscamos la riqueza en lo material cuando lo que más feliz nos hace es pasar tiempo con nuestros seres queridos. De hecho, así lo ha demostrado la famosa investigación de Harvard Study of Adult Development que ha durado nada menos que 87 años (desde 1938). Según los resultados de esta larga investigación, las personas que tienen amistades sólidas a los 50 años llegan a los 80 en mejor forma que las que no las tienen. Se ha demostrado (y hemos podido comprobar por nosotros mismos en algún momento de nuestra vida) que la amistad aumenta los niveles de felicidad, repercutiendo de forma positiva en la salud. 

Compartir tiempo con amigos, ya sea tomando un café, intercambiando anécdotas o desahogándonos sobre nuestras alegrías y preocupaciones, es uno de los consejos de Harvard para ser más felices. Disfrutar de la compañía de amigos y familiares está profundamente arraigado en nuestra cultura. A los españoles nos encanta salir, reunirnos y fortalecer esos lazos. Sin embargo, más allá de si destacamos o no en este modelo, Harvard subraya algo esencial: las relaciones sociales son un pilar fundamental para alcanzar la felicidad y el bienestar emocional. Conectar con los demás no solo nos hace sentir acompañados, sino que es una de las herramientas más poderosas para cuidar nuestra salud mental y emocional.

NO TODAS LAS AMISTADES VALEN

El filósofo griego Aristóteles definió tres tipos diferentes de amistad que todos tenemos en la vida. Y según Arthur Brooks, profesor de Harvard que imparte cursos de gestión de la felicidad, en la vida necesitamos los tres tipos de amistad para ser felices.

  • Amistades útiles: Estas son las relaciones que se forman en el entorno laboral o profesional, basadas en intereses mutuos o necesidades compartidas. Aristóteles las denominaba "amistades de utilidad pública", ya que se caracterizan por su naturaleza práctica y transaccional. Sin este tipo de conexiones, el día a día en el trabajo podría volverse mucho más difícil. La falta de apoyo y colaboración en el ámbito laboral no solo podría generar una sensación de aislamiento, sino que también haría que ciertas tareas se volvieran más complicadas y menos efectivas.
  • Amistades basadas en el placer: Este tipo de relaciones no se fundamenta en intereses laborales ni en un beneficio práctico. Aquí no importa la compatibilidad profesional o un objetivo en común; estas amistades existen porque nos hacen sentir bien. Son los amigos con quienes compartimos risas, conversaciones o momentos que nos enriquecen emocionalmente. Son esas personas que nos atraen por su sentido del humor, su forma de ser o simplemente porque estar a su lado resulta agradable. Estas relaciones aportan alegría a nuestra vida cotidiana y nos permiten desconectar de las responsabilidades.
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  • Amistades perfectas: Según Aristóteles, las amistades ideales son aquellas que surgen entre personas unidas por un amor compartido hacia algo que no solo las conecta, sino que también inspira lo mejor de ellas. Como señala Brooks, una amistad verdaderamente perfecta no se fundamenta en la utilidad ni en el simple disfrute, sino en el genuino deseo de contribuir al crecimiento y bienestar del otro. Suele haber una certeza intuitiva cuando se está ante una amistad así, explica el profesor. Son relaciones en las que ambas partes no solo se acompañan, sino que también se motivan a ser mejores versiones de sí mismas.

Pasar tiempo de calidad tiene beneficios para la salud

Pasar tiempo con tus seres queridos no solo es divertido, sino que puede añadir años a tu vida. Muchos estudios muestran que las conexiones sociales fuertes reducen el riesgo de enfermedades, incluso disminuyen las probabilidades de morir antes, casi al nivel de dejar de fumar o hacer ejercicio.

¿Pero por qué sucede esto? "Se cree que es por la reducción de la sobreactivación del sistema nervioso autónomo, reducción en hormonas del estrés y mantenimiento de un sistema inmune robusto", explica el doctor Mauricio González. Además, los adolescentes que participan en actividades con su familia son adultos más saludables. Un buen círculo social no solo mejora nuestro ánimo, sino que también impacta positivamente en nuestra salud física. Numerosos estudios han demostrado que las amistades sólidas y duraderas actúan como un escudo protector frente a enfermedades y discapacidades, promoviendo el bienestar general.

Protege el cerebro, fortalece el corazón y reduce significativamente el riesgo de trastornos neurológicos, enfermedades cardiovasculares, hábitos perjudiciales y hasta una muerte temprana. Además, la ciencia ha revelado que las amistades estables pueden extender nuestra esperanza de vida hasta 7 años, demostrando que la calidad de nuestras relaciones es tan importante como el cuidado físico para una vida longeva y saludable.