Alimentarse es una necesidad vital. Al fin y al cabo, de la dieta se extraen los nutrientes necesarios para que el cuerpo lleve a cabo las diferentes funciones básicas. Por eso, es importante seguir una dieta saludable, es decir, que sea variada y equilibrada en cuanto a nutrientes con el fin de evitar o desarrollar ciertas enfermedades. No obstante, la alimentación es una tarea que tenemos tan interiorizada que, en muchos casos, hemos tendido a descuidar.
La falta de ideas sumada a la escasez de tiempo y a la propuesta cada vez mayor de comida basura ha incentivado que aumenten los casos y el número de afecciones relacionadas con la alimentación. Para conocer el impacto que tiene adoptar y ser consecuentes con unos buenos hábitos alimenticios, diversas investigaciones han estudiado cómo influye seguir una dieta u otra en el riesgo de desarrollar enfermedades y en la longevidad.
Dieta mediterránea y longevidad
En ese sentido, la investigación realizada por investigadores del Brigham and Women's Hospital, afiliado a Harvard, y publicada en Open JAMA Network señaló que las mujeres que seguían una dieta mediterránea enfermaban menos y eran más longevas.
El porqué recaía en que este tipo de dieta reducía el impacto que tiene en la salud los cambios hormonales que sufren las mujeres a lo largo de la vida, evitando que estos sean bruscos. Por ejemplo, en la menopausia el descenso de estrógenos aumenta el riesgo cardiovascular o de osteoporosis en la mujer.
No es la primera vez que los expertos en nutrición señalan que la dieta mediterránea es uno de los mejores planes alimentarios. Un dato que, de hecho, la investigación mencionada volvía a sentenciar. De hecho, en ella se ha estudiado que quien la sigue tiene una esperanza de vida mayor. La principal razón reside en que esta dieta se caracteriza por ser bastante variada y en ella abundan las verduras, las frutas, los cereales integrales y, en definitiva, los nutrientes que necesita el cuerpo para el desarrollo de las funciones vitales no faltan.
Tan solo hay que constatar la investigación. Para su desarrollo se tomaron muestras de sangre y datos dietéticos a más de 25.000 personas durante 25 años. En el transcurso de esos años, se fueron incorporando los datos de nuevas analíticas y los cambios dietéticos que habían adoptado los participantes. Como conclusión, se observó que las personas que habían seguido una dieta de estilo mediterráneo disfrutaban de una vida más longeva. Es decir, su riesgo de mortalidad había disminuido respecto a las personas que no seguían este patrón dietético.
Pero no solo aumentaba la esperanza de vida, el estudio observó que las mujeres que seguían la dieta mediterránea se sentían menos hinchadas a causa de los cambios hormonales, tenían una mejor resistencia a la insulina y su índice de masa corporal disminuía. Observaciones que solo tuvieron lugar en el caso de las mujeres. En ambos géneros, sí que se estudió y señaló que las personas que seguían este tipo de alimentación tendían a padecer o desarrollar menos enfermedades cardiovasculares.
Dieta mediterránea: cómo es y cómo consigue aumentar la edad de mortalidad
Según el estudio, la dieta mediterránea aumenta la longevidad porque reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que este tipo de alimentación está ligada a una disminución de la presión arterial; no se consume un exceso de sal y los niveles de glucosa en sangre apenas varían. Además, ayuda a tener unos niveles óptimos de colesterol.
Todo ello reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, que es la primera causa de muerte en el mundo, y, en consecuencia, aumenta la longevidad. De ahí a que, tras esos resultados, la dieta mediterránea estuviera relacionada con un menor riesgo de mortalidad en el caso de las mujeres.
Esta dieta se caracteriza por tener unas proporciones de los nutrientes principales (hidratos de carbono complejos, vitaminas, proteínas y grasas saludabes) bastante equilibrada y por ser rica en fibra y micronutrientes como los que aportan los condimentos o hierbas aromáticas, que le brindan ese saludable equilibrio.