La palabra testosterona se ha relacionado, tradicionalmente, con la fuerza física, la masa muscular... Y aunque es cierto que en los hombres las concentraciones de esta hormona son mayores que en la mujer, esto no significa que en nosotras no cumpla un papel importante para nuestra salud y bienestar.
- "La necesidad de tener una correcta concentración de testosterona en las mujeres cada vez es más reconocida por la comunidad científica", apunta el doctor Antonio Hernández Armenteros en su manual "Testosterona: la hormona de la vida" (Alienta Editorial).
- Pero, pese a ello,"es, quizá, una de las hormonas menos estudiadas en este sexo", matiza este especialista en medicina antienvejecimiento.
La testosterona en el cuerpo de la mujer
En los hombres, los testículos son los encargados de producir testosterona. Pero, ¿qué ocurre en la mujer?
- En la edad fértil, son los ovarios y las glándulas suprarrenales (situadas justo encima de cada riñón) las que se encargan de producir testosterona. Eso sí, en una cantidad mucho menor que las de los hombres.
- Hay que tener en cuenta, eso sí, que cuando son más altas de lo habitual en ellas pueden provocar trastornos como el síndrome del ovario poliquístico.
En todo caso, las cifras "disminuyen paulatinamente entre los 50 y los 55 años", con el cese de la regla, matiza el experto. Pero la testosterona no desaparece totalmente en las mujeres maduras.
- Mientras tenemos la regla, "también se liberan precursores de testosterona, que son los que encontraremos en la mujer tras la menopausia", aclara el Dr. Hernández. El cuerpo puede acabar transformando estos precursores en testosterona.
Sus efectos sobre la salud
La testosterona interviene en una gran cantidad de procesos metabólicos, también en la mujer.
- "El sistema cardiovascular, inmune, óseo o sexual dependen íntimamente de unas concentraciones adecuadas de testosterona, que tienen que estar en equilibrio con las hormonas femeninas estrógeno y progesterona", remarca el autor en el manual.
Imprescindible para una vida sexual más plena
Diversos estudios ponen el foco en el hecho de que las mujeres con unos niveles bajos de testosterona en sangre, pero sobre todo de uno de sus precursores (conocido como DHEA), suelen tener menos deseo y fantasías sexuales.
Se considera que los niveles son bajos en la mujer cuando no alcanzan los 25 ng/dL en sangre
Pero eso no es todo: la testosterona puede ayudar, también, a combatir la atrofia y la sequedad de los tejidos de la zona íntima.
- "Varios estudios han investigado el uso de testosterona intravaginal en mujeres posmenopáusicas para mejorar la calidad de estos tejidos", apunta el experto en medicina antienvejecimiento. Y lo han hecho porque se ha visto que, en ellos, hay una gran cantidad de receptores de este tipo de hormonas.
- Así, "la acción conjunta del estrógeno y la testosterona ha demostrado una mejoría significativa en la lubricación, la satisfacción, el deseo sexual y los problemas asociados al dolor vaginal", añade.
Protege la salud del corazón
"Aunque ha existido la creencia general de que la testosterona afecta a la calidad de las arterias, en concentraciones adecuadas tiene efectos favorables para la salud cardiovascular", aclara el doctor Hernández.
Es beneficiosa por varios motivos:
- Por un lado, favorece el funcionamiento de la capa interna de las arterias (endotelio). Mantenerla en buen estado es fundamental para que no pierdan elasticidad y para que la sangre circule mejor por ellas.
- Por otro, aumenta la liberación de óxido nítrico, una molécula con acción vasodilatadora que, según el experto, "puede compensar la tendencia a la hipertensión en mujeres posmenopaúsicas".
A todo esto hay que añadir la capacidad que tiene la testosterona a la hora de quemar grasa y aumentar la masa muscular.
- "Esto puede favorecer el control metabólico, sobre todo tras la menopausia, lo que ayuda a prevenir patologías cardiovasculares a medio plazo", añade.
Favorece el buen estado de músculos y huesos
"La testosterona tiene un papel anabólico crucial a nivel muscular y óseo en la mujer, favoreciendo la salud de dichos tejidos y la disminución del riesgo de fractura", opina el experto.
En cambio, "cuando la concentración de testosterona es baja, la densidad ósea de la mujer disminuye", remarca.
Por qué los niveles pueden bajar
No solo la edad y la llegada de la menopausia pueden hacer que las cifras de testosterona en la mujer sean más bajas de lo recomendable.
- Circunstancias comunes como el estrés, las dietas muy restrictivas, la falta de sueño, la lactancia o los conflictos emocionales pueden influir.
- La pérdida de la menstruación en edad fértil (amenorrea) es otro de los factores que puede bajar el nivel de testosterona.
- También el uso de ciertos anticonceptivos, que combinan estrógenos y progestágenos, pueden tener un efecto antiandrógeno, apunta el experto en medicina antienvejecimiento. Un efecto que se da, además, en otros fármacos como los antihipertensivos, los antidepresivos y los opiáceos, añade.
Síntomas del déficit en la mujer
Cuando la testosterona está baja, puede provocar una variedad de síntomas.
- Sentirse fatigada, débil y lenta, tanto a nivel físico como mental, es uno de ellos.
- También puede haber una mayor tendencia a engordar, y el impulso y la satisfacción sexual se pueden reducir.
- Los ciclos menstruales pueden ser irregulares y dolorosos.
Modificaciones en el estilo de vida pueden ayudar a aumentar la testosterona
Ante la sospecha de que hay un déficit de testosterona, se suele recomendar un análisis de sangre para determinar los valores. Hay que tener presente, eso sí, que los niveles varían a lo largo del ciclo menstrual.
- Por eso, en edad fértil lo ideal es hacer la analítica "entre el día 10 y el 20 después de que haya empezado el periodo menstrual", aconseja el doctor Hernández.
Existen diferentes estrategias que pueden ayudar a aumentar de forma natural los niveles en sangre.
- "Puede lograrse mediante pautas de nutrición, actividad física, descanso o gestión de biorritmos", apunta el experto en medicina antienvejecimiento.
- Cuando esto no es suficiente, en la mujer se puede valorar la administración de testosterona mediante geles o dispositivos subcutáneos.