La artrosis es una de las enfermedades reumáticas más extendidas. Lo causa el desgaste del cartílago, el tejido que protege los extremos de los huesos y hace de amortiguador entre ellos en las articulaciones.
Ese desgaste provoca dolor, rigidez de movimientos y, en etapas avanzadas, incluso deformidad de la articulación. Afecta a más de siete millones de personas en España, lo que supone que cerca del 30% de los mayores de 40 años la padecen.
El poner el listón en los 40 años es muy significativo. Aunque siempre se ha asociado a los más mayores, la artrosis “afecta también a individuos entre sus 30 y 40 años debido a una combinación de factores”, ha explicado el doctor Francisco Castro, reumatólogo de la Centro Médico Teknon de Barcelona.
Las nuevas causas de artrosis
Este adelanto en la aparición de la artrosis se debe en parte a las nuevas técnicas de detección temprana que ha permitido descubrirlo en casos que anteriormente no se relacionaban con un problema de desgaste de la articulación. También hay otros factores:
- La predisposición genética y algunos trabajos pesados que obligan a forzar más las articulaciones eran ya factores de riesgo conocidos.
- Deportes como correr en asfalto o artes marciales. “La creciente práctica de actividades deportivas de alto impacto, que implican sobrecarga articular, sin la preparación adecuada contribuye al desgaste prematuro”, avisa el doctor Castro.
- El sobrepeso. “El aumento de la obesidad representa un factor de riesgo crucial”, advierte este especialista. No solo incrementa el esfuerzo sobre articulaciones como las rodillas y caderas, sino que también afecta a otras articulaciones que no soportan tanta carga. El motivo es que se produce una inflamación, “la inflamación que acompaña a patologías metabólicas”, aclara el doctor.
cómo retrasar su aparición
Los factores genéticos son los únicos que suponen un elemento sobrevenido. El resto de causas de una artrosis temprana pueden evitarse. Errores como empezar una actividad física exigente, sobre todo a partir de los 40, sin preparación y sin haber entrenado previamente.
Eso no significa que no tengamos que hacer ejercicio. Al contrario, el ejercicio regular fortalece los músculos que soportan las articulaciones y mejora la flexibilidad. Lo que hemos de procurar es que sean actividades de menor impacto. La natación o caminar a ritmo rápido son excelentes opciones.
Cuidar la alimentación es la otra gran columna de nuestras articulaciones. Así mantendrás un peso saludable y evitarás que exceso de presión en las rodillas.
Las frutas, verduras, legumbres y pescados con omega-3, como las sardinas y el salmón, ayudan a mantener los huesos fuertes y saludables, y a reducir el dolor y la rigidez articular.
Nuevas técnicas de regeneración articular
Al ser una enfermedad degenerativa, la artrosis no tenía solución y los médicos se limitaban a tratar de paliar el dolor. Esto está cambiando. “Las terapias regenerativas en artrosis buscan un enfoque más integral”, ha explicado la doctora Lola Fernández, reumatóloga del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla.
Ya no solo se trata de aliviar los síntomas, sino de actuar en la articulación afectada. Hay varios tratamientos a prueba actualmente: “Terapias con células madre están mostrando beneficios prometedores en la regeneración del tejido”, ha anunciado la doctora Fernández en el último curso de la Sociedad Española de Reumatología.
También hay puestas muchas esperanzas en el uso de biomateriales y en la bioimpresión en tres dimensiones para administrar terapias de manera más precisa y duradera. Otras terapias, como innovadores procedimientos quirúrgicos, están ralentizando la progresión de la enfermedad.
“Aún faltan evidencias concluyentes de regeneración del cartílago a largo plazo, pero muchos estudios muestras que mejora la movilidad y se reduce el dolor”, apunta la doctora Fernández.
El gran reto: personalizar al máximo
Al ser tratamientos innovadores, hay retos pendientes, como confirmación de que sirven a todo tipo de pacientes y homogeneización de los tratamientos, según apuntan estos especialistas. La buena noticia es que las técnicas que se están probando no revisten efectos secundarios importantes.
“El principal reto actualmente en artrosis es comprender los mecanismos de la enfermedad para poder avanzar hacia una medicina personalizada y de precisión”, ha resumido el doctor Cristóbal Orellana, del Hospital Parc Taulí, en Sabadell.
No hay una sola artrosis. Hay distintos tipos. Se han agrupado a los pacientes según las características, pero falta identificar con más precisión “cuáles son los factores biológicos o físicos que inician el desajuste que acaba produciendo la artrosis”, añade el doctor Orellana.