Cómo dormir con la calefacción puesta sin que dañe tu salud según la Sleep Foundation

En invierno nos encanta que el dormitorio esté cálido a la hora de ir a domir pero la temperatura, como la luz, influye directamente en nuestro sueño. Descubre cómo dormir con la calefación puesta sin que dañe tu salud.

Dra. Susan Judas
Dra. Susan Judas

Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria

Paula Martínez

Redactora especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

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iStock

Un buen descanso es vital para la salud. No dormir bien puede afectar a nuestro cuerpo en general, desde la función cerebral hasta nuestro estado de ánimo o rendimiento físico. Para sentirte con energía y buen ánimo durante el día es necesario que duermas las horas suficientes. En caso contrario, de forma continuada puede aumentar el riesgo de sufrir diversas enfermedades como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.

Entre los factores que más afectan al sueño se encuentra la temperatura de la habitación. Los extremos nunca son buenos y, especialmente en verano e invierno, el calor y el frío pueden dificultarnos este momento de relajación. Por eso, en temporada invernal muchas personas optan por dormir con la calefacción. Pero, ¿realmente es bueno para la salud? ¿Cuál es la temperatura ideal para dormir? 

DORMIR CON LA CALEFACCIÓN ENCENDIDA… ¿SÍ O NO?

La glándula pineal genera melatonina, la hormona que favorece el sueño, y para ello necesita oscuridad y un descenso de la temperatura corporal de uno o dos grados aproximadamente. Unas 2 horas antes de dormir, el cuerpo empieza a liberar melatonina, justo cuando el descenso de la temperatura se inicia. Una vez dormidos, la temperatura sigue cayendo, alcanza su punto más bajo por la mañana temprano y va subiendo conforme avanza la mañana.

Para que el cuerpo pueda enfriarse, este expulsa calor desde el interior hacia fuera, y se produce lo que se conoce como una vasodilatación que aumenta el flujo sanguíneo hacia las extremidades. Por eso, cuando tenemos calor al dormir, sacamos las manos o los pies fuera de las sábanas. Es un acto reflejo que hacemos todos los humanos para enfriar el cuerpo.

¿Qué pasa si tenemos la calefacción muy alta? Que esta elevada temperatura impedirá que el cuerpo pueda bajar su temperatura de forma normal. Con el exceso de calor, la melatonina que se libera de forma regular se verá alterada. Por eso siempre sentimos que es más fácil dormir en una habitación fresca que en una calurosa. Si quieres dormir con la calefacción encendida, deberás regularla a la temperatura adecuada para poder descansar bien. Hoy en día las calefacciones te permiten adaptar su temperatura para lograr el enfriamiento que se precisa para dormir. 

¿QUÉ TEMPERATURA ES LA IDEAL PARA DORMIR?

Desde Sleep Foundation aseguran que, para dormir correctamente, el dormitorio tiene que estar a 18,3ºC, contando con ropa de cama estándar y prendas de dormir. Como siempre, esta temperatura puede adaptarse a cada persona, oscilando siempre entre 15,6ºC y 19,4ºC, según las recomendaciones de los médicos. 

Generalmente, la mayoría dormimos a unos 21ºC. Por eso, siempre se aconseja que para dormir bien bajemos la temperatura del dormitorio entre 3 y 5 grados. Como ves, dormir con la calefacción es posible, siempre y cuando mantengas una correcta temperatura en la habitación. 

¿QUÉ PASA SI PONGO LA CALEFACCIÓN MUY ALTA?

Como comentábamos antes, si tu habitación tiene una temperatura más elevada de la recomendada, esta puede interferir en la capacidad de termorregulación del cuerpo, impidiendo que se libere la melatonina necesaria para descansar. Por muy cansado que estés, el exceso de calor te dificultará conciliar el sueño. 

Según la Sleep Foundation, este no es solo un problema para el inicio del sueño, también para la calidad del sueño y el tiempo que duran las cuatro etapas del sueño: la fase de adormecimiento, la fase de sueño ligero, la fase de sueño de ondas lentas o sueño profundo y la fase REM.

Una temperatura corporal central más alta se asocia con una disminución del sueño de ondas lentas, que es la etapa de sueño profundo y reparador, y con más probabilidades de sufrir despertares. Las temperaturas ambientales excesivamente altas también disminuyen el tiempo de sueño REM, cuando soñamos. La fase REM participa en el proceso de almacenamiento de recuerdos y ayuda a equilibrar el estado de ánimo.

Todas estas etapas sufrirán alteraciones que provocarán que te sientas mucho más fatigado durante el día. La Sleep Foundation asegura que, a la larga, este mal descanso podría afectar también negativamente a la recuperación corporal y al sistema inmunológico, así como al aprendizaje y a la memoria.

¿Y SI MI HABITACIÓN ESTÁ DEMASIADO FRÍA?

Ni calor, ni frío. Por debajo de 12,5ºC es difícil dormir a no ser que se utilice ropa de abrigo. Aunque las consecuencias sean mayores en una habitación calurosa, una extremadamente fría también conlleva consecuencias dañinas. 

Con el frío los vasos sanguíneos se contraen y la respiración es más superficial, lo que aumenta la presión arterial.

Si no vivimos en montañas o zonas frías, en España es fácilmente posible dormir sin calefacción y con la ropa de cama adecuada. Generalmente, la temperatura en una casa bien aislada suele oscilar entre los 18ºC y 16ºC.

¿QUÉ TEMPERATURA NECESITAN LOS BEBÉS?

Un bebé requiere de una temperatura dos grados superior a la recomendada para los adultos. Por esta regla, el dormitorio del bebé debería estar a unos 20,5ºC. Deben evitarse las mantas pesadas y las excesivas capas, ya que mantener a un bebé en una habitación demasiado cálida aumenta el riesgo de muerte súbita.