A estas alturas, la distinción entre pescado azul y blanco es bastante conocida entre la mayoría de la gente. Ahora bien, nunca está de más recordar qué es lo que diferencia un tipo de pescado y otro. Se estima el pescado azul es aquel que contiene más del 6% de grasa entre los músculos, mientras que el blanco, no supera el 2%.
A pesar de este punto de división, ambos tipos de pescado tienen en común importantes cualidades nutricionales. Según la Fundación Española del Corazón, el pescado, en general, reduce los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, entre ellos, disminuye la presión arterial, los triglicéridos, el riesgo de formación de coágulos y mejora la función del revestimiento interno del corazón y las arterias.
caballa, Tan saludable como el atún
Una de las opciones favoritas a la hora de comer pescados azules, es el atún. Gracias a su contenido en ácidos grasos Omega 3, disminuyen el colesterol y los triglicéridos, lo que significa que cuida de tu corazón. De hecho, el atún, es de los que más tienen (entre 0,5 y 1 mg por 100 g).
También es una fuente importante de proteína de alto valor biológico, ya que contiene los 10 aminoácidos que el cuerpo necesita para un buen desarrollo celular, mantener el sistema inmune saludable y reponer o ganar el tejido y masa muscular. En concreto, el atún tiene 21,50 g de proteínas cada 100 g. Además, gracias a este aporte proteico es un alimento muy saciante, lo cual es perfecto para incluir en las dietas de adelgazamiento.
Frente al atún, otra de las opciones dietéticas más interesantes es la caballa. Este pescado proporciona unas propiedades nutricionales muy similares a las que aporta el atún, debido a su condición de pescado azul. Incluso su contenido proteico es prácticamente el mismo, ya que frente los 21,50 g de proteínas cada 100 g del atún, la caballa aporta 18,68 g.
En lo que sí se puede apreciar una distinción más palpable es en el precio, y es que aunque este oscila prácticamente cada día, a grandes rasgos, se puede decir que el precio de la caballa ronda los 12 euros / kilo, mientras que lo habitual es que el atún supere los 20 euros. Por tanto, el precio, para muchas personas es uno de los motivos para descartar el atún a favor de la caballa.
Ahora bien, probablemente, la combinación de ambos tipos de pescado sea la mejor opción, dado que sus posibilidades gastronómicas no son las mismas. De hecho, las aplicaciones de la caballa en la cocina se acercan más a las de las sardinas o las anchoas.
¿cómo elegir y conservar la caballa?
A la hora de comprar caballa, los consejos a seguir son los mismos que se aplican en el caso de cualquier pescado fresco. En general, estas recomendaciones se sintetizan en las siguientes:
- Su piel debe ser firme y brillante.
- Las branquias deben mostrarse rosadas y brillantes.
- Si desprende un olor extraño y desagradable, no dudes en descartarla.
Con la caballa ya en casa, es el momento de la conservación. Para ello, hay que tener en cuenta que su carne es bastante delicada y que se deteriora rápidamente. Por esta razón, lo mejor es que la consumas lo antes posible.
Ahora bien, hasta ese momento, lo ideal es que la guardes en un recipiente con cubitos de hielo. De esta manera, nos aseguraremos de que su carne permanecerá firme hasta que vayamos a cocinarla.
A la plancha, al horno y en ensalada
Algunas de las preparaciones que mejor encajan con la caballa son a la plancha, al horno y en la ensalada.
- A la plancha. Es una de la formas más saludables de prepararlo. Además, puedes acompañarlo de verduras asadas o arroz cocido. Puede ser una cena ligera, nutritiva y muy fácil de hacer.
- Al horno. También es una magnífica manera de comer la caballa. Además, es muy sencilla de preparar y resulta muy sabrosa. Basta con unos 15 o 20 minutos para cocinarla. Puedes completar la receta con patatas o setas. Ten en cuenta que su cocción tarda alrededor de 35 minutos, por lo que sería conveniente que las pusieras en una bandeja distinta y las cocinaras antes que el pescado.
- En la ensalada. En verano, es una de las opciones más atractivas. Puedes preparar una ensalada con trocitos de caballa en conserva como ingrediente principal. Acompáñalos con pimiento rojo y espárragos. Añade, si te apetece, un chorrito de vinagre de Módena. El resultado es una ensalada original, fresquita y muy nutritiva.